Bienvenidos a la página del IES Escultor Daniel de Logroño. Esperamos que os sea de utilidad, si algo no encontráis no dudéis en contactar con nosotros. Aquí os contamos un poco de nuestra historia.
Los comienzos
El comienzo del instituto se produjo en el curso académico 1982-83, en unas aulas provisionales cedidas en el IES Sagasta y en unas lonjas cercanas a la Estación de Autobuses. En enero de 1984 se trasladó a las actuales instalaciones. El primer nombre del instituto (“Mixto-3”) ya indicaba sin mucha sutileza que es el tercer instituto que se construyó en Logroño y el primero en impartir enseñanza mixta. Después de barajar varios nombres de personajes ilustres, se produjeron diversas votaciones entre denominarlo “Dr. ZubÍa” o “Escultor Daniel”. En una votación llevada a cabo en el claustro de profesores de 20 de Junio de 1984 se decidió que el nombre fuera “Escultor Daniel”. El 27 de Julio de 1984 el Ministerio de Educación y Ciencia dispuso conceder al I.B. “Mixto-3” de Logroño la denominación de I.B. “Escultor Daniel”.
El nombre del instituto es un reconocimiento a la vida y la obra del artista riojano Daniel González; su obra no había sido suficientemente valorada en la vida del artista.
El actual edificio tuvo una ampliación para acoger durante unos años a la Escuela Oficial de Idiomas. Con posterioridad el centro se ha ampliado y modernizado en varias ocasiones: construcción de un nuevo polideportivo, remodelación de laboratorios, remodelación de la biblioteca, actualizaciones de las aulas de informática, construcción de talleres, etc. El objetivo ha sido en cada momento adaptarse a los nuevos requerimientos educativos que han ido surgiendo.
El centro se ubica en la zona oeste de la ciudad de Logroño, una zona de familias de clase media, que en los últimos años se ha modernizado con nuevos espacios verdes y dotaciones. Se trata de un centro dinámico e innovador, que ha estado siempre participando en proyectos de innovación educativa: Introducción de nuevas tecnologías, incentivación de la lectura, nuevas metodologías de aprendizaje e investigación didáctica. Siempre en un entorno colaborativo valorando la formación humana de los alumnos así como su preparación académica.
Biografía del escultor Daniel
Nace Daniel González Ruiz, el 16 de febrero de 1893, en Cervera del Río Alhama (La Rioja). Esta localidad había iniciado a partir del siglo XVIII un gran desarrollo gracias a una floreciente industria alpargatera, que practicaba la mayor parte de la población, consiguiendo sus habitantes un nivel económico y cultural inusual en la época a que nos referimos. Tras la Guerra Civil, sin embargo, experimentaría una drástica decadencia, en parte debida a la feroz represión ejercida por las tropas nacionales sobre una población mayoritariamente republicana. Cuando Daniel tiene 7 meses, la familia se traslada a Comillas (Cantabria), al haber sido contratado su padre como asesor para poner en funcionamiento una fábrica de alpargatas.
En 1899 la familia se establece en Vitoria. En esta ciudad se desarrollan los años más importantes de la formación de Daniel. En 1907 ingresa en la Escuela de Artes y Oficios. En los años siguientes trabaja en las obras de la Catedral Nueva de Vitoria, en 1914 se clausuran las obras de la catedral y Daniel, con los ahorros conseguidos marcha a París; su estancia allí es corta, apenas unos meses, ya que con el estallido de la Guerra Mundial regresa a Vitoria.
Entre 1915 y 1919 trabaja como escultor en Vitoria, en Madrid (decoración del Palacio de Correos y Telecomunicaciones), en Bilbao (frontón del edificio del Banco de España), Burgos (decoración escultórica del Palacio Episcopal) y en Biarritz (decoración escultórica del Casino). En esta ciudad francesa coincide con Picasso, recién casado con Olga Koklova. Lo más seguro es que Daniel fuera consciente de esta estancia del gran maestro y que procurara entrar en contacto con él o, al menos, su presencia volvería a remover las inquietudes de nuestro escultor. Lo cierto es que nada más finalizar su trabajo y coincidiendo con la terminación de la Guerra en noviembre de 1918, Daniel vuelve a marchar a París donde se establece de forma prácticamente definitiva.
En 1918, cuando llega por segunda vez a París, tiene 25 años. A esa edad un pintor, normalmente, ha encontrado ya una línea más o menos definida, su formación es más rápida y el peso de la tradición es más ligero. Los avances en los planteamientos artísticos se trasladan rápidamente desde el cerebro al carboncillo y de forma definitiva al pincel. En un escultor de estos primeros años de siglo, el peso de la formación académica es más difícil de descargar. Ha pasado años instruyéndose en técnicas que poco, o nada, han variado desde la antigüedad. A la hora de ejecutar una idea no puede hacerla en unos momentos para contrastar el resultado, sino en días y meses de trabajo y en talleres adecuados que no son siempre fáciles de conseguir, de ahí, el interés y la importancia que, a menudo, tienen los dibujos de escultores que, como en el caso de Daniel, nos permiten contemplar unos planteamientos que ha sido imposible trasladar al dominio de la escultura.
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que Daniel González fue un gran escultor, quizás uno de los más interesantes que produjo la colonia española en París. Desgraciadamente su carrera se frustró en el momento en que comenzaba a encontrarse en condiciones idóneas para haber podido figurar en la nómina de nuestros más importantes artistas de proyección internacional.
Cuando comenzó su enfermedad, en 1933, y con ella el final de su vida artística, contaba tan sólo con 40 años y, aunque esa es una edad intermedia para un escultor, en este caso podemos decir que todavía era escasa. Hemos de tener en cuenta que su verdadera formación como artista implantado en la modernidad, con capacidad para crear una obra de verdadero interés, se produce solamente tras su llegada a París en 1918 cuando contaba ya con 25 años. Su carrera anterior, entorpecida por la I Guerra Mundial que frustró su primer viaje a París, le sirvió únicamente para alcanzar una formación técnica. Si consideramos el entorno en que se movió antes de París, su relación con la escultura vasca a través de un Moisés Huerta, Beobide, Apellaniz, etc., comprendemos que en este ambiente no pudiera salir de un clasicismo, de más o menos calidad. Podemos por tanto considerar que lo más importante de su vida artística comienza a partir de 1918 y finaliza tan sólo quince años después. En estos quince años tuvo que olvidar lo aprendido, empezar una nueva formación, subsistir y abrirse un camino nada fácil entre la numerosa competencia que por entonces poblaba París.
Creemos que estaba a punto de conseguirlo, pero tampoco podemos basar nuestro análisis en posibilidades de futuro que ya no existieron para Daniel. Tenemos lo que de él nos ha quedado y en eso debemos basarnos para llegar a la conclusión de que nos encontramos ante uno de los más importantes artistas que proporcionó la escultura española del primer tercio del siglo XX. Fue partícipe de una de las aventuras más apasionantes en la historia del arte contemporáneo, la revolución total de los esquemas en que se había movido la escultura y su transformación en un género que ha permitido, en la actualidad, llegar a conclusiones que hasta hace poco hubieran parecido imposibles. Es, por lo tanto, de justicia que su obra salga del estrecho círculo en que ha estado durante demasiado tiempo encerrada.
El que un instituto de su ciudad lleve su nombre al menos ha contribuido, en estos 33 años de vida del centro educativo, a que su memoria permanezca viva en miles de adolescentes y cientos de profesores que han pasado por estas aulas y que seguramente se sienten orgullosos de la formación que han recibido e impartido en el IES “Escultor Daniel”.
No obstante, esperamos que en el futuro su obra pueda ser conocida y respetada pasando a figurar en la historia de nuestro arte contemporáneo.
El que un instituto de su ciudad lleve su nombre al menos ha contribuido, en estos 33 años de vida del centro educativo, a que su memoria permanezca viva en miles de adolescentes y cientos de profesores que han pasado por estas aulas y que seguramente se sienten orgullosos de la formación que han recibido e impartido en el IES “Escultor Daniel”.
En la entrada exterior del instituto hay una escultura de gran tamaño, realizada por el paisano de Daniel, Fernando Sainz Ochoa, Catedrático de Dibujo de este centro durante décadas, que se inspira en un dibujo de Daniel “El abrazo”. Cada profesor que se jubila recibe una réplica en pequeño tamaño de la misma que todos conservan con cariño y orgullo. La leyenda que aparece en la escultura Scientia non sine homine, “No hay conocimiento sin el hombre”, podría ser la esencia del modelo educativo de nuestro instituto: la primacía de los valores humanos para conseguir en nuestros alumnos una formación científica y humanística de calidad sustentada en ellos. En el interior, a modo de referente, hay un autorretrato de Daniel, donada por la familia del artista, que preside todo el devenir diario del bullicio que acompaña a un centro educativo. Este autorretrato se conserva en el Museo Reina Sofía en Madrid.
Rafael Francia Verde
(Resumen construido a partir de un catálogo elaborado por diferentes autores con motivo de la exposición realizada con la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Ministerio de Cultura y Cultural Rioja en 1991)
Equipos directivos
CURSOS | DIRECTOR VICEDIRECTOR | JEFE DE ESTUDIOS | SECRETARIO VICESECRETARIO |
---|---|---|---|
1982-84 | MªLuisa Hueso Oñate | Fernando Sainz Ochoa | María José Escalona Gutierrez | Juan José Muñoz Ortega |
1984-86 | Juan José Muñoz Ortega | María José Escalona Gutierrez | Rafael Francia Verde | Fernando Sainz Ochoa | Roberto Hernández Medel |
1986-89 | Juan Manuel Guergué Hualde | Ángel Ramirez Martínez | Fernando Martínez Ochoa | Antonio Álamos Olmos | Julio Calvo Colmenares | María Soledad Gil Tejada |
1989-94 | Julio Calvo Colmenares | Brigitte Champetier de Rives | Javier Gil Benedí | Juan Manuel Guergué Hualde | Francisco Bermejo | Esperanza López | Javier Galarreta Espinosa |
1994-96 | Herminio Tejedor Martínez | Javier Gil Benedí | Antonio Omatos Soria | José María Pérez Rivas |
1996-00 | Javier Gil Benedí | María José Escalona Gutiérrez | Antonio Omatos Soria | Vicente Fernández Suberviola | Juan José Estela Remón | José María Pérez Rivas | Benedicto Fuente Díez |
2000-04 | María José Escalona Gutiérrez | José Ignacio Amelivia García | Brigitte Champetier De Rives | Javier Aldana Espinosa | Isabel Lizarraga Vizcarra |
2004-16 | Mª Pilar Salvador Ballada | Lourdes Muñoz Domínguez | Laurino Mendoza Narrica | José Luis Pérez Pastor | Jesús Pardos Vicente | Rebeca Fernández Sobrón | Laura Espiga García | Fátima Benitez Ormazabal | David Gangutia Otero | Aurora Martínez Ezquerro | Estrella Benito Martínez | Jesús Jiménez Torrecilla |
2016-17 | Rafael Francia Verde | David Gangutia Otero | Estrella Benito Martínez | Lidia Iñigo Erdozain | Jesús Jiménez Torrecilla |
2017-19 | Sergio Fernández Yustes | Estrella Benito Martínez | Bernardo Miranda Romero | Lidia Iñigo Erdozain | Jesús Jiménez Torrecilla | Javier Galarreta Espinosa |
2019-21 | Javier Galarreta Espinosa | Bernardo Miranda Romero | Marién Inda Luquin | Lidia Iñigo Erdozain | Mª Ángeles Martín Garrido | José María Gutiérrez Gutiérrez |
2021-22 | César Vázquez López | Mar Pérez Martínez | Noelia Morga Briones | Marian Santibañez Rojas | José María Gutiérrez Gutiérrez |
2022-ACTUAL | Bernardo Miranda Romero | Victoria Paños Pérez | José Ramón Belsúe Cuartero | Laura Muñoz de la Fuente | Laura Ibánez Moreno |